muy lejos
El vacío en mi corazón siempre fué más grande que todo lo que escribí. Con los años, aprendí a enamorarme del mis sueños y mi imaginación, abrace la tristeza tantas veces que creo que ahora se ha impregnado en mí. Le di la bienvenida a la soledad tantas veces que no se ha querido ir. Es ahora cuando me pregunto si soy realmente una persona importante en este mundo, para los demás, y en mi propio cuento y mi propio martirio. Me siento culpable de no verme como los demás, de sentirme extraña a sus pensamientos. Por eso no asisto a sus fiestas. Y me sigo sintiendo culpable por parecerme más a los inadaptados, aquellos que son dejados de lado. Olvidados. Cuando eres extranjero no celebras lo colectivo, cuando eres extraño, no celebras nada. Incluso evadiendo la muerte, le pides a Dios que esta llegue a tí. Nota de la autora: la vida se pone difícil cuando parece que estoy siendo más feliz, la espina en mi pie sigue mortificando cada paso que doy, pero no por eso hay que desis